Remisión o Cura de La Diabetes Tipo 1 - Diabetes Bien

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Remisión o Cura de La Diabetes Tipo 1

Remisión o Cura de La Diabetes Tipo 1

La diabetes tipo 1 (DT1), como lo sabemos quienes vivimos con ella, es una condición autoinmune. Esto a veces se ha entendido como “progresiva”, y a veces se ha interpretado de maneras catastróficas: creyendo que la condición “avanzará sin que pueda hacerse nada”, o que la persona “necesariamente irá desarrollando complicaciones graves”. Pero cada vez vamos entendiendo más sobre esta condición, y entendiendo mejor cómo funcionan nuestros cuerpos (los de personas con y sin diabetes). Hay noticias alentadoras acerca de opciones que pueden ser interesantes de explorar, y que pueden lograr (en muchos casos, y de maneras muy individualizadas), remitir la condición de diabetes: en otras palabras, frenar su avance y vivir en condiciones de salud y bienestar.

Antes que nada, debo subrayar de nuevo, y de manera muy enfática, que no es posible dar una recomendación generalizada a todas las personas que vivan con DT1. Cada condición de DT1 de cada paciente es única, se ha desarrollado en momentos distintos y ha avanzado de maneras diferentes; por lo que es indispensable dar un seguimiento profesional muy individualizado. Lo que les funciona a unos puede resultar perjudicial para otros. Y de la misma manera, tampoco podemos poner limitantes a una persona (por ejemplo, si su DT1 ya lleva muchos años de estar diagnosticada y en franco avance) y decirle que cierto tratamiento no le funcionará porque supuestamente “sólo les sirve a quienes están recién diagnosticados”, o cosas similares. Por lo que la alta personalización y el seguimiento individual serán cruciales.

Conviene que cada paciente, de manera individual, explore las intervenciones que mencionaré a continuación, y mire junto con un profesional, si le merecen la pena a él o ella individualmente.

También conviene aclarar cualquier confusión, o posibles dudas, acerca de qué quiero decir cuando hablo de “remisión” o de “remitir la diabetes tipo 1”. En este contexto, la “remisión” de una condición autoinmune significa: “la mejoría o el cese de su actividad, y de los síntomas que provoca, de forma permanente”. Es verdad que en la mayoría de casos, de personas que ya tienen muchos años con la condición y cuyas células beta – productoras de insulina – fueron destruidas hace mucho tiempo en el páncreas por la autoinmunidad, esta “remisión” no quiere decir que las células beta volverán a aparecer. Pero sí significa que los daños pueden limitarse y minimizarse; también significa que la persona puede vivir con normoglucemia y evitar complicaciones diabéticas durante prácticamente toda la vida. ¡Y a fin de cuentas eso es lo que queremos!… Más allá de diagnósticos y palabras, lo que queremos quienes vivimos con DT1, y lo realmente significativo, es vivir en salud y bienestar, evitando o retrasando al máximo la aparición de complicaciones diabéticas y también esta *Remisión* podría significar (lo más difícil): evitar o minizar el riesgo de aparición de otras enfermedades o condiciones autoinmunes.  

Para quienes están recién diagnosticados con DT1, hay noticias que pueden ser alentadoras e interesantes de explorar. Cuando la condición está recién detectada (generalmente en personas aún muy jóvenes), suele ser el caso que aún no finaliza la destrucción de todas estas células beta pancreáticas. A este periodo, en que el cuerpo parece a ratos recuperarse y volver a producir insulina normalmente, se le conoce como luna de miel. Adoptando hábitos coherentes, así como ciertas intervenciones que aún están siendo exploradas y que ahora mencionaré, esta destrucción de células beta puede ralentizarse, en ocasiones frenarse por completo. Alargando así, en muchos casos, la “luna de miel” durante largos periodos, incluso deteniendo la destrucción de células beta (aunque, de nuevo, los casos siguen siendo estudiados).

Sin embargo, como mencioné antes, esto no quiere decir que quienes ya llevan muchos años con un diagnóstico de DT1, que ya dejaron muy atrás la “luna de miel” y ya no poseen células beta, no puedan beneficiarse también de estos hábitos e intervenciones. Pues, de nuevo, lo que realmente nos interesa (más allá de las etiquetas o términos) es el bienestar, el vivir en salud y evitar complicaciones. Por lo que también a quienes ya tienen años de vivir con DT1 puede interesarles explorar estas opciones. Además, lo que sí que puede claramente revertirse con éxito en muchísimos casos, son los efectos de las complicaciones diabéticas: algunos como la nefropatía, neuropatía, problemas de piel y de circulación, cardiopatía diabética, etc., pueden mejorarse notablemente cuando se adoptan hábitos coherentes, e intervenciones que ayuden a nuestro cuerpo a maximizar su gran capacidad regenerativa. Si ya está más que establecida la destrucción de células beta, estas no se regenerarán, pero la remisión consiste en evitar complicaciones y vivir en normalidad glucémica.

Además, esto tiene sentido: cuando adoptamos hábitos coherentes con nuestros genes, y que ayuden a nuestro cuerpo a maximizar esta capacidad regenerativa, muchas condiciones autoinmunes pueden ser frenadas o puestas en remisión. Y esto es porque las condiciones autoinmunes frecuentemente van de la mano unas con otras: la “autoinmunidad” como estado metabólico en sí mismo, puede propiciar que aparezcan varios trastornos autoinmunes a la vez. Por ello la DT1 suele estar acompañada de hipotiroidismo de Hashimoto (muy común) u otros trastornos autoinmunes que conviven entre sí: esclerosis, artritis reumatoide, etc. Por ello, explorar estas posibilidades de intervenciones y de hábitos coherentes puede traer una mejoría en varias o todas las condiciones autoinmunes que tenga la persona (y por ejemplo, las autoinmunidades relacionadas a la tiroides suelen ser las que con más frecuencia se logran hacer entrar en remisión).

Mi experiencia personal es que tengo 26 años viviendo con esta condición, y 16 años con una hemoglobina glicada HbA1c en niveles normales. Cada vez voy utilizando menos insulina por kg de peso, tengo cada vez menos inflamación y he controlado o prevenido algún diagnóstico de otra enfermedad tiroidea. Por lo que, según la definición que importa (la de la salud y bienestar), he logrado que mi DT1 esté en remisión plena.

Mencionaré diversos hábitos que se ha observado que pueden ayudar a poner en remisión la DT1: evitando complicaciones diabéticas, alargando la “luna de miel” si aún estamos en dicho periodo, o bien revirtiendo los daños de las complicaciones diabéticas o de las otras condiciones autoinmunes con las que viva el paciente. Resumiré en una tabla y detallaré luego cada una:

Intervenciones que Pueden Ayudar a la Remisión de DT1

Controlar inflamación sistémicaEs un término que abarca muchas cosas, pero se empieza por entender qué es la “inflamación”.
Alimentación coherente, normoglucémica, libre de tóxicos.Fundamental para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente, para la salud y el bienestar, y para que una condición autoinmune pueda entrar en remisión.
Maximizar capacidad detoxificadora.Cuidando sobre todo el estado de los riñones, hígado y pulmones.
Controlar riesgos genéticosPues según nuestros hábitos podemos tener una gran influencia en la epigenética (que los genes se manifiesten o no).
Cuidar que la medicación, en casos necesarios, sea adecuadaQue la medicación se lleve de forma coherente, en los casos en que es necesaria, y que no cause más daños que beneficios.
Suplementación de vitamina D, entre otras (protocolo de Coimbra)Siempre con un adecuado seguimiento profesional.
Hábitos coherentes de ejercicio, descanso, ritmos circadianos, gestión del estrés, exposición a luz solar, limitación a luz blanca, etc.Pues son muy diversos los factores que intervienen en la salud y en la presencia de inflamación sistémica.
Siempre llevar el seguimiento de un profesional…… coherente, bien preparado, y que también vive con dicha condición.

Controlar la inflamación sistémica.

“Controlar la inflamación”, hay que aceptarlo, significa muchas cosas. Pero es importante empezar por aquí, puesto que el paciente debe ante todo comprometerse con un aprendizaje: he mencionado antes que la educación es el tratamiento, en sí mismo, para la diabetes. La persona empieza por entender qué es la inflamación, misma que afecta a todas las células de nuestro cuerpo cuando nuestros hábitos son incoherentes, o cuando aparece (sin que entendamos bien el por qué) una condición autoinmune. La inflamación es el proceso que está en la raíz de muchísimos daños a todos los sistemas de nuestro cuerpo, y que merma nuestro bienestar. Entenderla es el primer paso para lograr que una condición autoinmune entre en remisión.

Llevar una alimentación coherente, normoglucémica, anti-inflamatoria y anti-tóxica.

El llevar una alimentación coherente con nuestros genes, favorecedora de la normoglucemia, y libre de tóxicos, es por supuesto otro paso fundamental. Por lo que es importante eliminar los comestibles que no son coherentes con nuestro diseño genético y que no son benéficos para nadie, pero menos aún para quienes vivimos con condiciones autoinmunes: carbohidratos, cereales, aceites de semillas, ultraprocesados, azúcares, fructosa, gluten, y en el caso de muchísimas personas se incluyen la lactosa y las proteínas de la leche. Además, esta alimentación coherente también debe incluir los macro- y micronutrientes que necesitamos: grasas reales, omegas 3 y 6 en las proporciones correctas, proteínas completas y de fuentes reales, y los minerales y vitaminas necesarios. Deficiencias de micronutrientes dificultan una remisión de la autoinmunidad.

En mi experiencia clínica (16 años de acompañamiento a personas con diabetes tipo 1), puedo decir que el lograr la normoglucemia (una hemoglobina glicada HbA1c menor o igual a 5,3%) con una alimentación verylowcarb y cuidando otros aspectos inflamatorios (arriba mencionados), es fundamental para vivir en salud y bienestar.

Maximizar la capacidad detoxificadora de nuestro cuerpo.

Esto también engloba muchas cosas, y se logra también mediante diversos hábitos coherentes. En el fondo, se refiere a cuidar el estado de nuestros riñones, hígado y pulmones, que son los grandes depuradores de nuestro cuerpo. Evitar exponernos a toxinas de todo tipo: de la alimentación, del aire, del agua que bebemos, drogas, etc.

Controlar los riesgos genéticos.

Si bien podemos presentar una pre-disposición genética a la inflamación celular o a desarrollar cierto trastorno autoinmune, podemos tener gran control sobre la epigenética, es decir, las maneras en que los genes se “encienden” o “apagan” según nuestros hábitos. Así, con hábitos incoherentes podríamos estar propiciando el “encendido” de los genes que nos predisponen a la autoinmunidad o a la enfermedad, desencadenando dichas condiciones. Los micronutrientes que reciba nuestro cuerpo, o las cantidades de toxinas, tienen un efecto en esta epigenética.

Cuidar que la medicación, en caso de utilizarse, sea adecuada y con un seguimiento coherente.

Si bien muchos podemos necesitar el apoyo de fármacos u otras sustancias externas (y el claro ejemplo es la insulina exógena), ya sea de forma temporal o permanente, es de vital importancia que este apoyo farmacológico esté bien diseñado, con el seguimiento profesional adecuado, y gestionado de manera cuidadosa y consciente, para asegurar que sea un beneficio y que no cause más daños de los que impide. Siempre es interesante investigar las causas que están en la raíz de cierta condición, para explorar opciones alternativas a los fármacos, y no utilizar éstos simplemente para “parchar síntomas” y ocasionar a la larga más daños.

Suplementación de vitamina D y otras sustancias, siempre con el seguimiento de un profesional (protocolo de Coimbra para DT1).

Algunos especialistas han descubierto que ciertos protocolos de suplementación, especialmente de vitamina D (entre otros), pueden ser muy favorables para “apagar” y hacer entrar en remisión las condiciones autoinmunes. Sin embargo, es algo que apenas está estudiándose, y debo enfatizar que la suplementación nunca deberá hacerse a ciegas: personas que por sí mismas empiezan a auto-diseñarse protocolos de hipersuplementación, tomando pastillas de suplementos una detrás de la otra, podrían terminar ocasionándose más inflamación, estrés al organismo y posibles daños. Una suplementación adecuada deberá ser orientada y seguida por un profesional, que recete adecuadamente dosis, presentaciones, frecuencias, etc.

Es interesante explorar la información dada por el Protocolo de Coimbra, llamado así porque fue desarrollado por el Dr. Cícero Galli Coimbra, trabajando con personas que viven con DT1 (en este grupo de Facebook puede encontrarse más información, en una comunidad que explora dicho protocolo). Es una intervención que consiste en la suplementación con dosis significativas de vitamina D, entre otros suplementos, que en ocasiones logra frenar por completo el avance de la condición y la destrucción de las células beta, especialmente en quienes la DT1 es de reciente diagnóstico. Quizá para muchas personas con trastornos autoinmunes merezca la pena mirarlo y explorarlo, aunque nuevamente, es importantísimo que sea acompañado por un profesional preparado y coherente, nunca comenzar a “experimentar” por nosotros mismos tomando suplementos a ciegas.

Resto de hábitos coherentes en cuanto a ejercicio, sueño, gestión del estrés, exposición a luz solar, limitación a luz blanca, etc.

Recordar que el resto de nuestros hábitos también van a favorecer o dificultar la remisión de una condición autoinmune: he hablado en otros artículos de la enorme importancia del descanso adecuado, hábitos circadianos coherentes, ejercicio efectivo, gestión del estrés y de nuestras emociones, exponerse al sol de forma consciente y coherente, minimizar la exposición a luz artificial y frecuencias no nativas, etc.

Siempre llevar un seguimiento profesional adecuado.

Recuerda que si deseas explorar estas opciones, iniciar un camino de aprendizaje que te lleve a la salud y el bienestar, y hacerlo de manera adecuada y coherente, es fundamental recorrer este camino de la mano de un profesional adecuado, y preferentemente uno que también vive con tu misma condición.

En conclusión, en mi experiencia con casos de DT1 recién diagnosticada, hay mayor probabilidad de revertir la autoinmunidad mediante: 1) Alimentación verylowcarb o cetogénica, antiinflamatoria. 2) Aportar los micronutrientes necesarios en cantidades fisiológicas, eficaces y equilibradas. 3) Aportar suplementos vitamínicos, especialmente omega 3 y vitamina D3, siempre controladas las dosis por un especialista o profesional con experiencia.

“Remisión de la DT1” consiste en el hecho de no vivir con complicaciones de hiperglucemia. A esto no le llamaríamos “reversión” como se entendería tradicionalmente ese concepto, pero sí “remisión”, pues viviremos sin complicaciones de la enfermedad. Y al final del día, la meta es vivir en salud y bienestar máximos.

Mi experiencia y mis programas:

Soy Rosy Yáñez, soy Nutricionista con Doctorado, experta en Nutrición y Metabolismo, Diabetes, Alimentación Low-carb, medicación efectiva y ayuno intermitente.

Si quieres evitar o prevenir tener diabetes tipo 2, mejorar tu composición corporal tengas o no diabetes tipo 2, o si eres padre o madre de niños o adolescentes con diabetes o eres adulto con diabetes tipo 1 o tipo LADA y quieres seguir aprendiendo sobre el control adecuado de los niveles de glucosa en sangre, te invito a mirar más sobre mis programas de acompañamiento. Mira mis mejores recursos AQUÍ.

Si tienes dudas, Contáctame AQUÍ por whatsapp para saber si yo te puedo ayudar: https://bit.ly/2HSj8iy

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