¿Qué es la glicación de Proteínas? - Diabetes Bien

Blog

¿Qué es la glicación de Proteínas?

Que es la glicación de Proteínas

Cuando la diabetes apenas comenzaba a estudiarse, los médicos y especialistas no terminaban de entender qué era exactamente lo que causaba los daños conocidos como complicaciones diabéticas. Era bien sabido que dichas complicaciones empezaban a aparecer rápidamente cuando se diagnosticaba la enfermedad, y se podían observar sus efectos terribles, pero no se sabía cuál era exactamente el mecanismo metabólico que estaba causando dichos daños. Hoy sabemos que gran parte de los daños causados por las complicaciones diabéticas, se deben a un proceso conocido como glicación(de proteínas).

¿Qué es la glicación?… Este proceso les sucede sobre todo a las proteínas, aunque también en menor medida a los ácidos grasos y otras moléculas. Es un efecto de la glucosa y otros azúcares. La glucosa se adhiere a las proteínas y a las moléculas de grasa (colesterol), dejándolas literalmente “glaseadas” en un proceso sumamente dañino y que con el tiempo provoca toda clase de complicaciones diabéticas. Este efecto de glicación convierte de hecho a la glucosa en una sustancia muy dañina cuando su concentración se eleva por encima de un nivel que en nuestro cuerpo ha de estar muy bien regulado, en un delicado balance.

La reacción de glicación fue descubierta por el químico francés L. Maillard en 1912, pero no fue sino hasta los años 70’s que se terminó de entender bien su proceso y sus efectos en el cuerpo. Ahora sabemos que la glicación involucra una reacción en la cual los azúcares (en general la glucosa, pero no exclusivamente) reaccionan no-enzimáticamente con las proteínas (y en menor grado con los lípidos y el DNA) para formar los llamados “productos de glicación precoz”, muy dañinos para nuestros sistemas. Cuando este proceso fue demostrado para la hemoglobina, fue que pudo existir la analítica que hoy conocemos como “hemoglobina glicada (o glicosilada) HbA1c”, que es de tanta utilidad para quienes vivimos con diabetes. Ha revolucionado el monitoreo y el estudio de pacientes diabéticos, ya que analizando la glicación de la hemoglobina en la sangre es posible obtener una estimación promedio de las glicemias (niveles de azúcar en sangre) de los 2-3 meses previos.

La glicación es un importantísimo agente del desgaste en todas nuestras células, piel y tejidos, y junto con el estrés oxidativo forman la base de las teorías estocásticas del envejecimiento. En otras palabras, la glicación hace “envejecer” (y averiarse y empezar a fallar) todos nuestros tejidos y sistemas. Estos procesos están incrementados en pacientes diabéticos, especialmente si viven en constante hiperglucemia por la inadecuada gestión de los niveles de glucosa en sangre (niveles de glucemia). Cuando una persona con diabetes (¡o también sin ella!) vive en constante hiperglucemia, todas las proteínas de su cuerpo se están “glaseando”, envejeciendo mucho más deprisa, y averiándose una multitud de ejes hormonales y metabólicos.

La glicación lleva a nuestro cuerpo a producir sustancias llamadas “AGEs” por sus siglas en inglés (por “advanced glication end products”, o sea productos finales de glicación avanzada). La relación entre el nivel de glicemia, la acumulación de AGEs en nuestros tejidos, y los diferentes matices de la patología microvascular diabética, han sido objeto de extensos estudios: hoy sabemos, pues, que una gran parte de los daños por complicaciones diabéticas tienen que ver con la glicación de proteínas y la fabricación de AGEs. Se ha estudiado que la formación de AGEs aumenta en un grado mucho mayor que el aumento de la glicemia, este hecho sugiere que incluso elevaciones moderadas de la glicemia en personas con diabetes resultan en aumentos sustanciales (no lineales) en la acumulación de AGEs. Y es por ello que se vuelve fundamental, en la gestión de la condición de diabetes, el lograr la normoglucemia: mantener niveles de glucosa en sangre normales y saludables, como los tendría una persona sana sin diabetes.

Mucha evidencia experimental reciente, que explica a detalle cómo y por qué vías metabólicas sucede la glicación, muestran que esta glicación – junto con el estrés oxidativo – se vinculan a la vía del sorbitol, potenciándose y contribuyendo así al desarrollo de complicaciones diabéticas. También debe ser señalado que la fructosa producida por la vía del sorbitol es extremadamente potente como agente de glicación, superando ampliamente a la glucosa. La literatura también demuestra el rol de la glicación de lipoproteínas en la aterogénesis. Ha sido demostrado por varios autores, que la glicación no sólo aumenta la susceptibilidad de la LDL (una de las proteínas transportadoras de colesterol) a la oxidación, sino que también intensifica la propensión de las proteínas estructurales de la pared vascular a ligar las proteínas del plasma, incluyendo la LDL, contribuyendo así a una modificación oxidativa más marcada de dichas partículas. Las LDL glicadas y oxidadas inducen la acumulación de ésteres de colesterol en macrófagos humanos, y pueden también promover la disfunción plaquetaria y endotelial. Los mencionados AGEs dañan el colágeno de las membranas basales capilares, alterando la permeabilidad y el flujo sanguíneo.

Por lo tanto, amplísimas evidencias apoyan la idea de que es la hiperglucemia crónica, al provocarnos glicación por todo el cuerpo, la causante de una serie de complicaciones macro y microvasculares. En última instancia, contribuyen al funcionamiento deficiente de todo nuestro organismo, hormonas, transportadores sanguíneos, etc. Estos procesos se encuentran en el trasfondo de todas las complicaciones diabéticas, de las que he hablado antes: nefropatía diabética, cardiopatía, todo tipo de daños neurológicos, problemas de la piel, trastornos hormonales, retinopatía diabética, etc. La consecuencia de estas proteínas glicadas y de la formación de productos avanzados de glicación es el mal funcionamiento de órganos vitales, envejecimiento y desarrollo de enfermedades degenerativas como el Alzheimer (que ahora ya empieza a conocerse como “diabetes tipo 3”).

Este esquema muestra cómo nuestros tejidos de la piel, normalmente sanos con presencia de colágeno y elastina, se dañan en presencia de la glucosa por los efectos de la glicación, al comenzar a producirse los AGEs.

Mucha gente todavía cree, lamentablemente, el mito de que las grasas son las que nos causan daños, o el colesterol de la dieta. Este mito está extendido también a quienes vivimos con diabetes. Tristemente, muchos endocrinólogos se enfocan todavía en el monitoreo de niveles de colesterol total, o en decirle a sus pacientes que “eviten comer grasas” y que “lleven una dieta baja en colesterol y baja en grasas”. Se cree que el colesterol dietético (es decir, el que comemos) o que la presencia de colesterol en sangre por sí mismo, es lo que ocasiona complicaciones diabéticas, cardiopatías, etc. ¡Y no es así!… Los verdaderos culpables de los daños son la hiperglucemia, por medio de la glicación que provoca en todas nuestras células, combinada con la inflamación y el estrés oxidativo: tres procesos que van de la mano y que comienzan por todos los consejos inadecuados, profundamente equivocados, que la profesión médica a dado a las personas con diabetes.

Lo que realmente daña, en el caso del colesterol, no es dicha sustancia en sí misma (¡que en realidad es bastante benéfica, constructora de nuestras células y precursora de todas nuestras hormonas!), sino la glicación y oxidación del colesterol. Esto es lo que sí causará daños a las arterias y cardiopatía, y no la presencia del colesterol en sí mismo por consumirlo en nuestra dieta de las grasas reales.

En mi experiencia, es importante entender los procesos profundos de glicación, para entender el daño del contexto metabólico de hiperglucemia crónica, que no suele ser puntual ni se subsana con el parcheo de insulina exógena ni con mucho ejercicio. La glicación de proteínas y de lipoproteínas suele ser profundo, y están en la base de todos los daños que la hiperglucemia nos provoca a quienes vivimos con diabetes. Por lo que la verdadera clave para vivir en salud y bienestar, evitando complicaciones diabéticas, está en aprender hábitos que nos llevan a la normoglucemia: niveles normales y saludables de glucosa en sangre, que no favorecen la glicación.

Ten presente que, si deseas iniciar un aprendizaje que te lleve a tener normoglucemia, evitando complicaciones diabéticas derivadas de la glicación de proteínas (entre otros procesos dañinos provocados por hiperglucemia e hiperinsulinemia), es más seguro y efectivo tomar este camino de la mano de un profesional coherente, que también vive con ello.

Mi experiencia y mis programas:

Soy Rosy Yáñez, soy Nutricionista con Doctorado, experta en Nutrición y Metabolismo, Diabetes, Alimentación Very Low-carb, medicación efectiva y ayuno intermitente.

Si quieres evitar o prevenir tener diabetes tipo 2, mejorar tu composición corporal tengas o no diabetes tipo 2, o si eres padre o madre de niños o adolescentes con diabetes o eres adulto con diabetes tipo 1 o tipo LADA y quieres seguir aprendiendo sobre el control adecuado de los niveles de glucosa en sangre, te invito a mirar más sobre mis programas de acompañamiento. Mira mis mejores recursos AQUÍ

Si tienes dudas, Contáctame AQUÍ por whatsapp para saber si yo te puedo ayudar: https://bit.ly/2HSj8iy

¿Buscas algo en especifico en Diabetes Bien?
Lo más visto en el blog
Etiquetas más populares

Suscríbete a DiabetesBien

Recibe mis posts, invitaciones a Webinar y contenido exclusivo para ayudarte
Abrir chat
¿En qué te puedo ayudar?
Hola 👋
¿En qué puedo ayudarte?